No es totalmente líquida ni cristalina todo el año
La miel natural cristaliza con el tiempo, especialmente cuando bajan las temperaturas. Esto es algo bueno: significa que no ha sido sobrecalentada ni mezclada. Si tu miel está siempre líquida y brillante como un jarabe… sospecha.
Tiene sabor y aroma intensos
Cada flor deja su huella. Una buena miel tiene matices: floral, amaderado, afrutado, amargo… Si todas te saben igual, probablemente han sido filtradas o tratadas térmicamente. La miel auténtica conserva su esencia.
Es densa, pero no pegajosa
La textura de la miel natural es espesa, pero no empalagosa como un jarabe industrial. Puedes notarlo al girar la cuchara: cae lentamente, con cuerpo. No chorrea como si fuera agua con azúcar.
Viene de pequeños productores o apicultores
Busca miel con nombre y apellidos. Si conoces al productor, el origen, la floración y el entorno, tienes muchas más garantías. En nuestro caso, cada tarro de Valdexalima nace en la Sierra de Gata y sabes exactamente qué contiene: solo miel cruda, sin más.
No lleva ingredientes añadidos
Revisa la etiqueta. Una miel auténtica solo lleva un ingrediente: miel. Nada de “jarabe de glucosa”, “azúcar añadido”, “miel de distintos países” o similares.
¿Cómo conservar la miel natural?
• No la metas en la nevera, puede acelerar la cristalización.
• Guárdala en lugar fresco y seco, lejos de la luz directa.
• Si se cristaliza, coloca el tarro en un baño maría suave (menos de 40°C) para devolverla a su estado líquido sin perder propiedades.
En Valdexalima, cada tarro que envasamos es 100% miel pura, sin filtrar, sin calentar y sin aditivos. Tal como sale del panal, así llega a tu casa. 🐝🍯